miércoles, 23 de enero de 2013
Nostalgia del futuro
22:55
Camilo González
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Cuando en los gobiernos las cosas se hacen bien no son ni necesarios los discursos rimbombantes que no dicen nada que tanto y tanto se dan en la clasecilla política mientras que escasean y se apagan las pocas ideas que aun le dan dignidad y prestigio al sistema político.
Quedan pocos de los viejos sabios y son pocos los brillantes adultos, los intelectuales y participativos jóvenes. Tampoco han dado muchos resultados las cuotas de género que en dado caso deberían fortalecerse.
Pero las sorpresas están al día y hasta los despistados y puntuales pagadores del Impuesto Predial se sintieron “sorprendidos” por los aumentos en el cobro por parte de los ayuntamientos conurbados. Nada dijeron los propietarios sobre las construcciones que no contaban con el permiso adecuado ni tampoco por parte de la autoridad especificaron el aumento total que estiman por el pago.
Si revisamos las notas de Milenio (8/1/13) encontraremos el dato sobre el nivel de endeudamiento de los Ayuntamientos de la Zona Metropolitana, que quizá, namás quizá, sea una de las causas del aumento, pero quizá no.
Parece que las buenas noticias vienen por el lado de la inversión, que se prevé estable no sólo por las buenas relaciones que tiene el Gobernador electo con el nuevo Gobierno federal, sino por la propia confianza que la sociedad tapatía genera al ámbito privado. Y claro, por la despedida de Emilio.
Cosas buenas vienen para este año. Por eso la nostalgia del futuro, con esa ansiedad que provoca el deseo de querer ver transcurrir algunos años, contra el otro deseo, más fuerte y natural quizá, de no querer que los años pasen…
Lo cierto es que ninguno de esos deseos es posible. El tiempo tiene su propia marcha. Y cada quien se las arregla en su propio mundo, al que hemos orillado a la falta de oportunidades y crecimiento. Ahora es el tiempo de proponer nuevas ideas.
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